Antes de decidir que tipo de servicio de información se van a utilizar, es necesario considerar otros aspectos relativos al contenido en sí de la información.
El idioma es el problema más importante para cualquier usuario u organización que necesite o quiera entregar información a todo el mundo. Para elegir el idioma en que se pondrá la información, se deben tomar en cuenta los siguientes factores:
En el caso de una organización interesada en promover su imagen corporativa dentro de su país, ésta no tiene problemas para entregar la información, pero sí lo tiene, por ejemplo, una empresa multinacional.
Cuando un sitio es accesado principalmente por usuarios de países de distintos idiomas, lo óptimo sería tener disponible la información en todos los idiomas, lo que es prohibitivo, por lo que se opta por un lenguaje común. El idioma común es el inglés.
Puede darse el caso que los documentos que son puestos a disposición estén en el lenguaje natural del autor, independiente del idioma del lugar donde está almacenado. Traducir esos documentos no es conveniente, ya que puede perder el sentido que el autor entrega, o puede ser una tarea complicada, ya sea por la extensión o por el formato en que está almacenado el documento o sus componentes.
Una situación complicada es cuando un sitio, cuyo lenguaje no es el inglés, se vuelve muy popular, ya sea por el tipo de información que provee o por encontrarse cercano (electrónicamente) a sitios con otro idioma. Este sitio se verá forzado a cambiar el idioma empleado en algunas de las interfases existentes para acceder a la información, o al menos proveer interfaces en varios idiomas (al menos dos).